jueves, 28 de abril de 2016

SIGNOS CLÍNICOS

Los fenómenos fotosensibles pueden manifestarse tanto local como sistémicamente. Se observan lesiones cutáneas de zonas despigmentadas, salivación, párpados y ollares secos, prurito, hipersensibilidad cutánea, diarrea e ictericia. En equinos, la intoxicación se manifiesta con cólicos, trastornos nerviosos, además de las alteraciones cutáneas (Mantilla, 1990)



La piel esta inflamada, con eritema, descamación, desfoliación, edema, necrosis, gangrena y la piel se encuentra desprendida, restringido a las zonas no pigmentadas o poco pigmentadas expuestas al sol, siendo más pronunciadas en el dorso, en las mucosas y en la córnea, las porciones pigmentadas de la piel son poco afectadas ya que absorben poca luz solar, también puede existir dolor, fotofobia, hipertermia, irritación, prurito, fiebre, mastitis o pododermatitis, complicadas con infecciones bacterianas secundarias. Todo lo anterior puede producir disminución en la producción de leche, cojeras y diarreas (Cano, 2003).






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